CÓMO SURGE

Hola.

Me da mucha pereza tratar de convenceros acerca de lo que va a ser "El huerto". Prefiero que lo descubráis vosotros al recibir mis cartas, o lo que ahora llaman "Newsletter". (Parece que en inglés queda más profesional todo). Pero esto no va de los que parece que son, sino de los que son pero no lo parecen.  Y no estoy hablando de tomates. 

No nos engañemos. Si conociéramos los 10 pasos para la felicidad, a estas alturas ya lo seríamos todos. Así que este espacio tampoco va de prometeros fórmulas milagrosas. 

Me encantaría que cuando me leas, te puedas encontrar en alguna de las cartas. Porque qué sanador es cuando alguien nos cuenta algo y nos vemos reflejados en esa vivencia. En ese sentir. Dejamos de sentir la soledad de ser el "bicho raro" en silencio. Porque mira que es de valientes mostrarse "bicho raro". Aunque lo gracioso es que lo somos todos, en mayor o menor medida. Y hacemos tantos esfuerzos para que no se vea... Aplicando un sin fin de mecanismos de defensa. Pero ya os daré "el tostón" en alguna carta sobre eso.

Este espacio está pensado para los que necesitan volver a conectar, sin filtro. Para los que se cuestionan. Para los que se han equivocado o quieren aprender a equivocarse, que a veces se nos olvida que somos humanos. Para los que reflexionan en silencio, se sienten especiales y tienen sed de verdad. Para los que nadan a contracorriente. También para los que aprecian la simplicidad de oler una flor de Jasmín en una cálida noche de verano. Y, también, para los que sienten, desde hace un tiempo, esa voz interior que les susurra una acción necesaria para contactar con la libertad de ser. Y, sin embargo, se enquistó. Pero tranquila/o, estás en el lugar correcto para empezar a labrar.

Hace un tiempo mi "voz boicot" me decía que debería de hacer un podcast, escribir un libro, e invertir cientos de euros en publicidad para ser vista por crear "contenido de calidad". Miles de seguidores no implica más calidad, lo comprobé en primera persona en varias ocasiones. Sólo basta con fijarnos en qué dirección van las masas... ¡Ei!, que no descarto subirme al tren en algún momento, pero no lo voy a hacer mientras sea un algoritmo el que mida mi valía como terapeuta... y como persona.  ¿Estamos locos?

Tampoco os prometo una frecuencia regular porque ya sabemos que el sentir surge cuando surge. Aunque últimamente la tendencia sea provocar que surja.

Vale. Pero... ¿y por qué el huerto? Diréis. 

Pues el primer motivo es porque me críe descalza, con los pies negros, y desnuda, con la barriga manchada de helado, pasando las tardes en el huerto. Mi abuela me daba un tomate (de esos que olían a tomate) recién cortado, con sal, para merendarme a mordiscos. Dios mío, acabo de oler ese olor. Dónde ir a recoger los huevos directamente de las gallinas o sentarme en una calurosa tarde de verano bajo la higuera se convertía en la mejor plan. Mi abuelo me hacía hacer un pipí (sí, un pipí) en la tierra para ponerme "ese mejunje" sobre la picadura de avispa. Por las noches contábamos lagartos en la pared mientras "tomábamos el fresco" en plena calle. Y los atardeceres de lluvia me iba con mi tía, katiuskas puestas, linterna de butano en mano y chubasquero, a recoger los caracoles que nos comeríamos próximamente. Ahí es dónde fui más yo que nunca. Y esa sigue siendo, todavía, mi idea de felicidad. Natural, sin filtros, con esencia, permitiéndonos ser, sin tapujos, con esfuerzo, el lugar donde lo necesario ya es suficiente.  Al fin y al cabo, lo que deseo que sea este espacio.

El segundo motivo, vamos a ponernos profesionales, es porque el huerto es una de las metáforas más utilizadas en terapia. El cliente llega con el huerto seco, podrido, con algunas hortalizas rescatables, a veces con ganas de volver a sembrar, pero sin saber por dónde empezar. Y el símil del proceso es elegir con qué nos quedamos, qué desechamos, labramos la tierra, SOSTENEMOS EL VACÍO (ojo, cómo os cuesta eso) y volvemos a sembrar de una manera más consciente y sabiendo qué abono utilizar y cómo regarlo. Imagino que ya sabéis que este proyecto no va de hortalizas.

En tercer lugar, y prometo que ya último, porque refleja un poco el momento personal en el que me estoy encontrando. He sostenido lo que en Gestalt se llama un vacío fértil (ya hablaremos de esto), y estoy a punto de empezar a sembrar. Y, como buena acuariana, necesito cambiar y necesito creer en lo que hago. Necesitaba volver a conectar con mi esencia y compartirlo como "way of living". Gracias por hacerlo bonito, querido English. El otro día, en un concierto, el cantante decía que necesitaba cantar las canciones que reflejaban el momento que él estaba viviendo y no sólo las que más gustaban al público. Pues sería algo así.

El huerto es cambio constante, como la vida misma. Siempre creí en las segundas oportunidades, y en las terceras, y en las cuartas... y en las quintas. Me parecen de más mérito que los que siembran bien a la primera, porque probablemente el contexto (la tierra) y las circunstancias (las herramientas) no habrán sido las mismas. Hecho en falta encontrarme verduras podridas, menos brillantes y no todas con la misma forma. 

Este espacio también va a ser para airear. Así que si tienes la necesidad de compartir, expresarte, contarme en qué espejo te has visto o contarnos tu sentir, estaré encantada de recibir tu carta de vuelta. Y, si quieres, la comparto anónimamente o no. Siéntete libre de elegir. 

Si todo esto te hace sentir que parte de la totalidad de lo que eres no te pese y puedas contemplar una nueva alternativa con este proyecto, ya me doy con un canto en los dientes.

Vamos a dejar de ser los que sobre piensan y empezar a ser de los que HACEN. Mejor hecho, que perfecto. Que estamos aquí sólo un ratito. No hace falta que os repita de qué se arrepiente todo el mundo antes de morir. Dale, anda! Que todavía estás a tiempo. Eso sí, AHORA O NUNCA. (Puedo escuchar reír a mis clientes leyendo esto, hartos de escucharme decirlo).

Y si hay algo que te surja y necesites trabajar en terapia, respóndeme a este correo y fijamos. Que soy altruista. Pero tampoco tanto

Gracias, gracias, gracias si habéis leído el primer "tostón" hasta el final. No está todo perdido.

Estoy segura de que este proyecto va a llegar a quien le interese, seamos pocos, algunos o muchos. Pero los que estemos seamos de verdad. Si después de leer alguna carta te recuerda a alguien o le puede servir a alguien, por favor, mándasela y anímale a unirse.

"El movimiento es vida" No lo olvides. Vete preparando las semillas, que tu huerto te está esperando. 

 Te mando un abrazo muy muy grande querida, querido.

Con afecto,

Jenni.

 

 

 

 

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